“La
verdadera ciencia del escándalo no se aprende sino estudiando la envidia
humana, un estudio fuera de programa, pero que a pesar de todo he hecho y a
fondo, de lo cual me congratulo. La envidia es una admiración que se disimula.
El admirador que siente la imposibilidad de experimentar felicidad cediendo a
su admiración, toma el partido de envidiar. Entonces emplea un lenguaje muy
distinto, en el cual ahora lo que en el fondo admira ya no cuenta, no es más
que insípida estupidez, rareza, extravagancia. La admiración es un feliz
abandono de uno mismo; la envidia una desgraciada reivindicación del yo.”
Soren
Kierkegaard “la enfermedad mortal”
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