lunes, 30 de abril de 2012

Anonimato

Yo solo estoy tranquilo, sin tareas que cumplir,
como chiquillo que no sonríe todavía;
siempre desamparado, como quien no tiene hogar.

La gente del mundo tiene de sobra, aun para guardar. Yo solo soy pobre.
Tengo la mente de un loco,
estoy confundido, oscurecido.
La gente vulgar es clara y brillante.
Yo solo soy como una sombra.
Ello son agudos, seguros de sí mismos.
Yo estoy decaído, me muevo como el océano,
voy a la deriva, sin rumbo.

La gente del mundo tiene un propósito que cumplir. Yo solo soy torpe, estoy fuera de ambiente.

Soy diferente de todos los demás.
Yo me nutro del seno de la madre.

Este fragmento del Tao Te King nos identifica. En ese camino estamos. Actuar sin la marca aparatosa e histriónica de la “personalidad”, ilustrar sin la solemnidad de maestro, ayudar recónditamente sin que se sepa quién ayuda, (lo que recuerda el fragmento bíblico que indica: "no sepa tu derecha lo que hace tu izquierda") es el sentido de esta enseñanza anónima. Se entiende y comprende por tanto que los nombres no son "verdaderos"; los nombres son apenas una breve vibración acústica en el eterno océano siempre cambiante del éter.

No hay comentarios:

Publicar un comentario