domingo, 23 de octubre de 2011

Homogeneidad de mala clase

"Genéticamente, cada ser humano es único y, en muchos aspectos, diferente de otro ser humano cualquiera. El campo de la variación individual respecto de la norma estadística es asombrosamente amplio. Y la norma estadística, recordémoslo, es útil únicamente en los cálculos actuariales, no en la vida real. En la vida real, no existe eso que se llama el hombre medio. Sólo existen hombres, mujeres y niños particulares, cada uno de ellos con sus idiosincrasias natas de mente y de cuerpo, y todos ellos dedicados (u obligados) a comprimir sus diversidades biológicas en la uniformidad de tal o cual molde cultural." Aldous Huxley

El hombre tiene una extraña tendencia a disolverse en la masa. La masa puede definirse como un hecho psicológico, sin necesidad de que emerjan las individualidades que en ella se aglomeran, la masa es lo que vale por su peso y no vale más sino por su peso, existen dos tipos de masificación una es transitoria que consiste en que los hombres pierden su facultad de pensar libremente y de tomar decisiones, la segunda masificación se denomina crónica, que se realiza cuando la gente pierde de manera casi habitual sus características personales, preocuparse ni de verdades, ni de valores.
El hombre-masa es el hombre que se ha perdido en la des-individualización del "se" una especie de "ello" universal e indiferenciado. Este hombre se ha estandarizado, ha renunciado a la vida autónoma, adhiriéndose gozosamente a lo que piensan, quieren, hacen u omiten los demás.
Lo grave es que al hombre masificado se le hace creer que por su vinculación con la multitud es alguien importante. Es un hombre que no tiene carácter y conciencia, es el parte de la manada que no analiza, no cuestiona, no discrimina, solo hace lo que los demás hacen o le piden que haga. Es un Hombre sin Libertad.
Este hombre sufre del “síndrome del enmascaramiento”; falsifica su vida ante los demás usando diversas máscaras para ocultar su verdadero Yo. Esta uniformidad de las conciencias es un tejado en el que siempre tratamos de guarecernos. Mientras más indiferenciados aparecemos, mientras mas iguales somos entre si “más seguros nos sentimos”.
Jorge Luís Borges escribe en 1960 la breve reflexión "Borges y yo", donde hace referencia a la dualidad de la naturaleza humana. Allí postula las dos personalidades del individuo: la que exhibe ante la sociedad y la que subyace en las profundidades de su Ser. En su alegórica cavilación insinúa que muchas veces el hombre, con "atributos de un actor", trata de velar su rostro en un afán por ocultar frustraciones, inquietudes y temores que anidan en su interior. La alusión a la otra cara, a la máscara es recurrente en la antropología, en la psicología, en la sociología.

Esta tendencia a cubrirnos el rostro es tan vieja como la misma humanidad. Ya desde tiempos inmemoriales los primitivos pobladores del mundo pintaban sus rostros para llevar a cabo actividades lúdicas y rituales. En la cultura greco-latina hizo de la máscara el mayor recurso escénico para la representación de las tragedias y las comedias, a tal punto que la careta (personare, resonar a través de…)era casi el hombre.

Los blogs, Twitter y otros se han convertido en un nuevo escenario para el enmascaramiento. El hombre de las mil máscaras –Fantomas- es un empelotado exhibicionista al lado de algunos bloggers. Se tiende a una uniformidad de las personalidades, a una “homogeneidad de mala clase”, a una burocratización del ingenio, a una falsificación de la sinceridad, a una ocultación de lo que realmente hay.
¡Y que es lo que aparece? Aparece una escritura hipócrita y falsa. Una redacción digna de un escribidor de juzgado. Se oculta el meollo de las almas. La mayoría de los escritos de Blogs nos parecen –a Psiquis y a mí- inauténticos con el sello inconfundible GarcíaMarquiano del: “escribo para que me quieran mis amigos”. Se adoptan extrañas y exóticas posiciones; musarañas extravagantes para ocultarse y al mismo tiempo llamar la atención de los demás. Algunos blogs están atestados de íconos, banners de todos los tamaños, enlaces, chats, encuestas, contadores, colores, imágenes, sonidos, videos….etc. Los árboles no dejan ver el bosque. Nos recuerdan a esos automóviles llenos de calcomanías de la ciudad natal, club deportivo y Yo amo a…
Nos agrada que los demás nos consideren, nos tengan dentro de su radio de atenciones, nos ad-miren; pero cómo la mirada de los demás puede ser una experiencia inquietante y llenar de desasosiego cuando no nos consideramos anónimos objetos del paisaje, intercambiables con cualquier otro objeto que se expusiera a la mirada del observador, sin más detenimiento e interés que el del puro pasear indiferente la vista de un lado a otro que tanto da que seamos nosotros como cualquier otro objeto. Con esto de los Blogs nos des-individualizamos.
Pero, ¿Qué pensaría usted de nosotros si supiera –porque así lo escribimos- que la hemos utilizado en una fantasía masturbatoria? ¿Aceptaría quizás nuestras disculpas aduciendo que se trataba de una inocente fantasía que no un juicio real sobre la persona de carne y hueso?, ¿Y qué diría de nosotros esa persona que ha realizado una imprudente maniobra si escuchara nuestro pensamiento ”se merecería tener un accidente y matarse”. ? No se nos saldrían los colores si la persona que está cobrando un importante ingreso bancario delante de nosotros se volviera justo cuando estamos fantaseando con la idea de quitarle el dinero y salir corriendo y en vez de mirarnos con temor nos mirara ofendido y nos dijera “¿qué está usted pensando?”.

Entendemos que mostrar la cara es difícil, siempre lo ha sido y lo seguirá siendo. Nos seguiremos ocultando en las apariencias y mostrando al público esencias multicolores y variopintas.

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